Mataré a mi padre este mismo fin de semana”.

Con esta tajante afirmación arranca Morderás el polvo, de Roberto Osa, una poderosa ficción que explora con cruda lucidez los abismos de las relaciones paternofiliales y la violencia.

Cubierta Roberto OsaAcompañada por su novio, tan perfecto como inadecuado, Águeda —tuerta, llena de odio y embarazada de ocho meses— deja atrás su rutinario trabajo de telefonista nocturna y emprende un viaje de tintes faulknerianos que la llevará desde un Madrid depauperado y sucio, infestado de basura, sumido en una honda crisis económica, hasta el pueblo de La Mancha donde se crió y nacieron sus pesadillas, un paisaje inhóspito hecho de piedras, casas deshabitadas, lagunas secas, polvo y rencores enquistados.

Allí caerá sobre ella el peso aún vivo de su pasado ―descubrirá la nueva vida de su padre, a quien no ve desde hace años; se reencontrará con viejas y nocivas amistades; revivirá los rencores de la infancia― y se dejará arrastrar hacia un desenlace feroz entre metáforas visuales tan vívidas como un cementerio en obras o un prostíbulo sin pared.

Innovadora y clásica al mismo tiempo, entreverada de ecos del tremendismo español, la tragedia griega y la mejor novela norteamericana del siglo XX, Morderás el polvo constituye una fábula atemporal sin moralejas, de gran resonancia simbólica, que arroja luz sobre la cara más oscura del ser humano y avisa sobre las devastadoras secuelas de la incomunicación.

Rubén Abella

 

Rubén Abella publicó las novelas: La sombra del escapista, El libro del amor esquivo, No habría sido igual sin la lluvia (que mereció el Premio ‘Mario Vargas Llosa NH’ de Relatos), Baruc en el río y California.
Rubén Abella compagina la escritura con la fotografía y la docencia. Ha impartido cursos y conferencias sobre diversas materias en universidades de todo el mundo y es profesor de la Escuela de Escritores y de la Universidad Pontificia Comillas de Madrid.